
El pasado 24 de Marzo de 2015, dio comienzo un estudio liderado desde la Universidad Católica de Valencia por el profesor Dr. de la Rubia responsable del grupo de investigación `El estrés y la enfermedad´, y en el que la profesora Dra. Sandra Sancho Castillo ha sido la investigadora principal. El estudio ha servido para medir el impacto en la mejora fisiológica y cognitiva de pacientes de Alzheimer tras administración de triglicéridos de cadena media, que son los que contiene el Aceite de Coco. La Fundación José Navarro ha colaborado en este estudio de investigación a través de la donación del Aceite de Coco necesario para el estudio.
El aumento en la incidencia de las enfermedades neurodegenerativas y especialmente la demencia tipo Alzheimer, hace que tengamos que plantearnos nuevas alternativas terapéuticas. En este sentido, este estudio ha valorado el impacto en la evolución en enfermos de Alzheimer, tras la administración de aceite de coco (triglicéridos de cadena media) basándonos en una de las posibles causas de aparición de la enfermedad como es la falta de sensibilidad frente a la insulina (diabetes tipo 2 cerebral), que tendría como consecuencia la no utilización de la glucosa por parte de las neuronas, y consiguientemente la muerte neuronal progresiva. Este aspecto podría compensarse con la aportación de otra fuente de energía para estas células, en forma de triglicéridos de cadena media, que al metabolizarse en el hígado, se convierten en cuerpos cetónicos.
Para llevar a cabo este estudio, se administraron durante 21 días, 40 ml diarios de aceite de coco, repartidos entre desayuno (20 ml) y comida (20 ml), utilizando para ello un tamaño muestral de 44 pacientes (repartidos entre control positivo y control negativo), que se obtuvo de aplicar los criterios de selección a una población inicial de 83, para que la muestra final fuera la más homogénea y representativa de diferentes tipos de pacientes, en los que se quería analizar la posible influencia (diabéticos, diferentes grados de demencia..). Para observar los posibles cambios producidos en los pacientes, previamente, y después de la administración del aceite, se les valoró a través de un test cognitivo, concretamente el Mini-examen Cognoscitivo (MEC). Los resultados obtenidos muestran una mejora cognitiva del 86,36% de la población que tomo el aceite. Con un aumento de 4,519 puntos de media en el test.
Por tanto la conclusión es que se trata de una prometedora alternativa terapéutica frente a la enfermedad, basada en una terapia no farmacológica, que no tiene ningún efecto secundario, pudiendo formar parte de una dieta saludable, fácil de incorporar a la misma diariamente.