
Este agosto tuve la oportunidad de visitar la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur, India, y aunque desde España ya era consciente de la enorme labor realizada durante los casi 50 años que llevan trabajando en Anantapur, es cierto que sólo allí te impregnas de esa revolución silenciosa liderada por Vicente, Ana y Moncho Ferrer, y que ha conseguido sacar de la pobreza extrema a casi tres millones de personas, trabajando con más de 3.000 pueblos.
Las cifras dan vértigo, y demuestran la importancia de seguir apoyando a la Fundación Vicente Ferrer porque ha logrado poner de manifiesto la eficacia de la pequeña acción solidaria. Vicente Ferrer era un hombre de acción, no quería pararse para discutir sobre el origen y causas de la pobreza, “la pobreza es” decía, y por tanto había que abordarla para erradicarla.
La Fundación Vicente Ferrer en España ha cumplido su 20 aniversario. Su creación fue clave para permitir la continuidad en el tiempo de los proyectos en India, porque la ayuda económica ha permitido lograr esa acción solidaria en Anantapur, y que ha sido reconocida en el mundo entero.
La Fundación Vicente Ferrer es el Premio Verde 2009 a la Organización sin Ánimo de Lucro de nuestra Fundación José Navarro, y me gustaría aprovechar este espacio para expresar después de visitar sus instalaciones y proyectos en Anantapur, India, que su labor es titánica, y que ya sólo por esto bien merecen una visita para contagiarnos de ese espíritu innovador y revolucionario, pero que además el trato por parte de todo su equipo es de una calidez, amor y humanidad, que difícilmente podré olvidar, me hicieron sentir como en casa.
En los nueve días que duró mi visita, tuve la oportunidad de conocer todas las líneas de acción de la Fundación Vicente Ferrer; Educación, Sanidad, Mujeres, Hábitat, Discapacidad, Ecología, Comercio Justo, Deporte. Impresionada por los resultados logrados (http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/que-hacemos), lo que quizás más ha llamado mi atención es el sentimiento de comunidad existente de manera común en todas y cada una de las líneas de acción de la fundación: una apuesta por no dejar a nadie atrás, especialmente a los más débiles. Una idea o concepto que a priori puede parecer ingenua, casi infantil, pero la realidad es la realidad, y tres millones de personas han conseguido salir de la pobreza, llevando una vida digna y llena de esperanza, gracias a la acción solidaria del poco a poco y la fuerte apuesta de no dejar a nadie atrás. Esto se percibe, cuando por ejemplo las mujeres me contaban, cómo gracias a la formación recibida por parte de la Fundación Vicente Ferrer habían comprendido la importancia de salir de sus casas y trabajar en comunidad, con el resto de mujeres, en asociaciones o “sanghams” dónde exponen sus problemas y debaten para encontrar soluciones, relativas a su economía, sus hogares, familias,…
La labor del voluntariado español es otra de las cuestiones que fascina: cientos y cientos de ellos, profesores, traductores, médicos, arquitectos, administrativos, economistas, con una capacidad y unas ganas por colaborar y compartir, que definitivamente se contagia.
No dejes pasar por favor la oportunidad vital de conocer el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer en India, te va a seducir, y vas a poder comprender mucho mejor que sí es posible erradicar la pobreza.
Lupe Martín.